ÓPTICA
La
longitud de onda de la luz suele ser muy pequeña en comparación con el tamaño
de obstáculos o aberturas que suele encontrar a su paso. Esto permite en
general despreciar los efectos de interferencia y difracción asociados al
carácter ondulatorio de la luz. Sobre esta hipótesis se asume una propagación
rectilínea de los rayos de luz dando lugar a la disciplina conocida como óptica
geométrica. Los axiomas sobre los que se construye la óptica geométrica son:
- Las trayectorias de los rayos de luz en los medios homogéneos e isótropos son rectilíneas.
- El rayo incidente, el refractado y la normal están en un mismo plano.
- Se cumple la ley de la reflexión.
- Se cumple la ley de la refracción.
- Las trayectorias de la luz a través de distintos medios son reversibles.
- No existe interacción entre los diferentes rayos.
Los cinco
primeros axiomas se deducen del principio de Fermat, y el último supone ignorar
el carácter ondulatorio de la luz. La óptica geométrica se ocupa principalmente
de la formación de imágenes por espejos y lentes, base de la construcción de
instrumentos ópticos tales como microscopios o telescopios.
En la refracción el rayo de luz que se atraviesa de un medio transparente a otro, se denomina rayo incidente; el rayo de luz que se desvía al ingresar al segundo medio transparente se denomina rayo refractado; el ángulo en que el rayo incidente, al ingresar al segundo medio, forma con la perpendicular al mismo, se denomina ángulo de incidencia; el ángulo que el rayo incidente forma con el rayo refractado, al desviarse, se denomina ángulo de refracción.
Difracción,
fenómeno que ya había sido descubierto por Francesco María Grimaldi. Hooke
pensaba que la luz consistía en vibraciones propagadas instantáneamente a gran
velocidad y creía que en un medio homogéneo cada vibración generaba una esfera
que crece de forma regular. Con estas ideas, Hooke intentó explicar el fenómeno
de la refracción e interpretar los colores.
La luz
tropieza con la superficie de un cuerpo cualquiera, es difundida parcial o
totalmente en todas las direcciones posibles. No ocurre lo mismo cuando la
superficie del cuerpo está totalmente pulimentada. Entonces, la superficie
devuelve el luminoso en una dirección única que depende de la posición rayo con
respecto a está superficie: se dice que el rayo se ha reflejado, y que la
superficie reflectora es un espejo. La forma sencilla de los espejos es de un
plano. La naturaleza nos ofrece un ejemplo en la superficie de los lagos o de
las aguas tranquilas, y el hombre, desde la épocas más remotas, ha construido
espejos de metal pulimentado. Mucho más tarde se fabricaron espejos de vidrio o
de cristal, que reflejaban la luz mediante una a de amalgama de estaño (estaño
disuelto en el mercurio, estaño de los espejos) y solamente hace menos de un
siglo se ha remplazado el estaño por una capa delgada de plata depositada por
vía química.
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